Multimillonario condenado por contrabando de arte
Jaime Botín fue condenado en enero de 2020 por contrabando de obras de arte. Y no es el primer multimillonario condenado por contrabando de arte. Vilma Bautista, secretaria de Imelda Marcos, también fue condenada cuando intentó vender varias obras de arte que se daban por desaparecidas tras 1986.
Contrabando de bienes culturales
La historia de la obra de Picasso Cabeza de mujer joven, comienza cuando el pintor malagueño realizó la obra a principios del siglo XX. Durante el llamado periodo Gosol. Botín adquirió el cuadro en 1977 en Londres. Y se sabe que estuvo en España en 2003 durante la boda de la hija de Botín.
Cuando en 2012 el exbanquero contactó con la prestigiosa casa de subastas Crhistie’s de Londres para subastar el cuadro. La casa de subastas, conociendo la antigüedad del cuadro y su valor, informó que debía pedir autorización al Ministerio de Cultura para su venta. Y el propio expresidente de Bankinter lo hizo. Sin embargo, el gobierno español se negó a exportar la obra. Dado que el cuadro de Picasso fue declarado patrimonio nacional.
En 2015 Botín llevó la obra a su yate Adix, atracado en Valencia, a través de su chófer. Con la intención de zarpar hacia Córcega. El capitán del yate no declaró que la pintura iba a bordo. Y en un registro las autoridades incautaron la obra.
Botín fue juzgado y condenado a 3 años de prisión y una multa de más de 90 millones de € por contrabando de bienes culturales.
Declaraciones del multimillonario condenado por contrabando de arte
Tras el proceso judicial Jaime Botín afirmó que su condena hacía peligrar la compra de arte en España. Pero esas declaraciones no se sostienen, pues la Interpol cuenta con una unidad especializada en el contrabando de bienes culturales a nivel internacional con la colaboración de países e instituciones.
Ya que este tipo de delitos suele afectar a obras de arte robadas, piezas patrimoniales descubiertas en terrenos privados. Normalmente, este tipo de descubrimientos se dan a conocer a las autoridades. Como el caso del hallazgo de El Rubio, en el que un vecino descubrió una cabeza de piedra de origen íbero-turdetano.
Pero en otros casos no ocurre así. Como demuestran las licitaciones contra los buscadores de tesoros. Que no declaran sus hallazgos o lo hacen de manera fraudulenta. Y así vender de contrabando las obras de arte y el patrimonio cultural sustraído.
En CICOA apostamos por otro enfoque. Devolver a los copistas de obras de arte su lugar como transmisores del arte más representativo de la humanidad. Con reproducciones de obras de arte hechas a mano. Con todas las garantías legales para proteger al patrimonio y a las personas que adquieren los cuadros.
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